Hoy quiero mostrar un ejemplo de ciudad sostenible que a su vez ha sido nombrada tres veces consecutivas como la ciudad más habitable del planeta. Toda la información la podéis encontrar en un reportaje de El País llamado «La revolución verde de Copenhague». Aquí os dejo una muestra en imágenes donde observamos una azotea convertida en restaurante donde se cultivan las hortalizas que se consumen en el mismo, una plaza donde se recoge todo el agua de lluvia que cae sobre la misma, una colina que en realidad es un polideportivo enterrado o un puente únicamente para bicicletas. Pero es que además, según un estudio de la London School of Economics, la reducción de emisiones y la apuesta por políticas medioambientales no solo son buenas para el planeta, sino que se han transformado en un negocio estupendo para el país nórdico. Tomemos ejemplo.